¡Puntos extra!
La semana pasada os quedasteis con ganas de conocer el cuento de La zorra y las uvas, así que os lo he traído a nuestro blog de clase, no solo para que lo leáis, sino para que adivinéis cuál es su moraleja. El primero que la adivine y la escriba en un comentario a esta entrada ganará puntos extra.

La vieja
y taimada zorra estaba decepcionada. Durante todo el día había merodeado
tristemente por los densos bosques y subido y bajado a las colinas, pero. ..
¿De qué le había servido? No hallaba un solo bocado; ni siquiera un ratón de
campo. Cuando lo pensaba -y se estaba sintiendo tan vacía por dentro que casi
no podía pensar en otra cosa-, llegó a la conclusión de que nunca había tenido
más hambre en su vida. Además, sentía sed…, una sed terrible. Su garganta
estaba reseca.
En ese estado de ánimo, dio la vuelta a un muro de piedra y se
encontró con algo que le pareció casi un milagro. Allí, frente a ella, había un
viñedo lleno de racimos de frescas y deliciosas uvas, que solo esperaban ser comidas. Eran grandes y jugosas e impregnaban el aire con su fragancia.
La zorra no perdió el tiempo. Corrió, dio un salto y trató de asir
la rama más baja, con sus hambrientas mandíbulas … ¡Pero no llegó a alcanzarla!
Volvió a saltar, esta vez a una altura algo mayor, aunque tampoco pudo atrapar con
los dientes una sola uva. Cuando fracasó por tercera vez, se sentó por un
momento y, con la reseca lengua colgándole, miró las docenas y docenas de ramas
que pendían fuera de su alcance.
El espectáculo era insoportable para una zorra famélica, y saltó y
volvió a saltar, hasta que sintió mareos. Necesitó mucho tiempo, pero, por fin,
comprendió que las uvas estaban tan fuera de su alcance… como las estrellas del
cielo. Y no le quedó más recurso que batirse en retirada.
-¡Bah! -murmuró para sí- ¿Quién necesita esas viejas uvas
agusanadas? Están verdes…, sí, eso es lo que pasa. ¡Verdes! Por nada del mundo
las comería.
-¡Ja, ja! -dijo el cuervo, que había estado observando la escena
desde una rama próxima- ¡Si te dieran un racimo, comprobaríamos si realmente las uvas
te parecen verdes!
¡Nos vemos en clase!

Hola,soy Ferran Nava de 1rC y se la moraleja del cuento. Y es que, no puedes despreciar algo que no puedas conseguir.Espero que sea esa,un saludo.
ResponderEliminarMuy bien, Ferran.
EliminarLa vanidad de la zorra le impide aceptar que no ha sido capaz de conseguir las uvas. Este cuento pone de manifiesto que no debemos ser vanidosos y que debemos aceptar nuestros fracasos y trabajar para convertirlos en logros en el futuro.
De momento, eres el campeón de los puntos extra, ¡Enhorabuena!
Hola Silvia soy Marc Sánchez, he leído el cuento de la Zorra y las uvas y creo que la moraleja que nos quiere decir es que ha veces hay situaciones difíciles y complicadas de conseguir pero que no debemos rendirnos y seguir trabajando para conseguir nuestro objetivo.
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